AXEL...
El cantante. Colabora con una ONG dedicada a la defensa del agua. Grabó un video con varios famosos, que se verá en abril.
El cantante. Colabora con una ONG dedicada a la defensa del agua. Grabó un video con varios famosos, que se verá en abril.
La historia de Axel arrancó en 1977, en Rafael Calzada, en el sur del conurbano bonaerense. Ahí, al mismo tiempo que le ponía unas fichas a su ambición de ser músico, se hacía de San Lorenzo, y aprendía que no todo se trata de que a uno le vaya bien. “Mis viejos me formaron en una filosofía de ayudar a la gente, de tratar de ser solidario, de ser buena persona, de cuidar la tierra, que es nuestra casa”, dice. El tiempo, estimulado por un cóctel de estudio, perseverancia, trabajo y muchas ganas, lo puso en otro lugar. Eso ya es tema conocido. “Empecé a hacer música desde muy chico, pero nunca te imaginás que con las canciones que escribís, un día vas a llegar a toda Latinoamérica, a todo el mundo de habla hispana. Para mí, eso es lo más grosso que me dio la vida”, sigue. “Además de haber jugado en el Nuevo Gasómetro, con el San Lorenzo campeón”, aclara el cantante, que confiesa tener una parva de sueños cumplidos gracias a la música. Pero el pibe de Calzada sentía que “lo más grosso” que le estaba dando la vida daba para más. “Uno como artista pone un don, una facilidad que Dios te da, a disposición del pueblo, y la gente es la que te da un lugar preferencial entre los artistas -explica-. Y cuando el pueblo necesita de la mano de uno, uno debe estar y ser un poco la voz de ellos también. Desde ese lugar, me di cuenta de que a partir de la música me era posible colaborar con un montón de causas solidarias impulsadas por fundaciones y ONG.” Encaminado en esa dirección, Axel decidió que una de las tantas iniciativas que podrían tener su contribución era la de Conciencia Solidaria, una ONG dedicada a la defensa del agua, la tierra y los recursos naturales, cuyo foco preferencial apunta a la minería contaminante, cuyo daño, explica el cantante, “no llegamos a dimensionar, debido, en gran medida, a la falta de información”. “Yo creo –agrega- que ni siquiera los obreros que están trabajando en esas minas saben bien lo que genera ese tipo de explotación.” Y completa: “Además, muchas veces los daños son a largo plazo, por lo que no se tienen en cuenta esas consecuencias.” “Alcanza con ver lo que sucedió en Andalgalá, con la llegada de la Minera Alumbrera. De las promesas de transformar a esa localidad catamarqueña de 17 mil habitantes en algo parecido a Denver, lo que hay hoy, es un aumento de un 800 por ciento en los casos de cáncer y nacimientos de chicos con enfermedades congénitas. Encima, quieren abrir otra, a la que pretenden llamar Agua Rica”, se indigna. Lo hace aún más al recordar la represión que sufrió la gente del lugar cuanto intentó protestar contra el emprendimiento, y enseguida recuerda cuando en San Juan, antes de salir a cantar, “unas personas” se acercaron al camarín para que no mencionara el tema. Resultado: Diez minutos de discurso con una remera que decía “no a la mina”, mientras el intendente y funcionarios de la ciudad dejaban sus butacas vacías. Cuenta entonces Axel que durante una de sus primeras participaciones en las actividades de la ONG, la actriz Julieta Díaz tiró al pasar: “¿Por qué no hacés una canción sobre este tema?”. Y que mientras masticaba la respuesta, el sueño comenzó a tomar forma. “Al principio, me pareció un tanto extraño ponerme en ese rol. Yo escribo al amor, cosas positivas, cosas como Celebra la vida, así que me resultaba muy raro hacer una canción que hablara explícitamente de este tema. Pero un día, de repente, me bajó una canción, y la llamé Basta ya”, recuerda. La siguiente propuesta terminó de formatearlo. “Empezá a convocar artistas”, le dijeron. “De pronto, el sueño de que mi canción fuese cantada por muchos pares estaba ahí, a punto de cumplirse. Pero aún faltaba, y mi pronóstico sobre el tema era reservado.” ¿Por qué? Porque si bien estoy cumpliendo 12 años de carrera, yo no soy León Gieco, que levanto el tubo, y 20 artistas importantes se suman al proyecto. Pensaba en quién me iba a dar el Ok a mí, que tengo todo el amor y las ganas del mundo, pero que no creo tener el respeto, o que la gente tenga de mí la imagen de un artista que va a hacer una canción de protesta social. La Argentina es un país híper prejuicioso. Pero la realidad dio por tierra con sus temores. Lalo Mir dijo que sí al rapeo, como Corvata, de Carajo. Lito Vitale puso su firma junto a las de Soledad Villamil, Natalia Oreiro, Nacha Guevara, Coti Sorokin, la Sole y su hermana, Nati, Ale Sergi, Mex Urtizberea, Nicolás Pauls, Juanchi Baleirón, Los Tipitos, y la propia Julieta Díaz se sumaron al proyecto. Todos, metidos en 2.40 minutos de canción. “Pensamos que el video lo vamos a estrenar en abril, pero el sueño de tener a tantos amigos colaborando ya está más que satisfecho”, admite Axel. Y cierra: “Después seguiremos, guiados por Dios y por el universo, y veremos qué pasa. Yo creo que la gente puede tomar conciencia por una canción. Pero nosotros no somos los que hacemos las leyes.”
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